Mi carnet de
conducir..
La teórica la consideré fácil. Todo y con el
aparcamiento.aprendido entre rayas y vueltas de volante para un lado u otro..La
rampa y aguantar el embrague marcha atrás..Es lo que mas incapié ponía en
enseñar entonces el profe de las prácticas de la autoescuela y no me fue mal.
Los nervios me
traicionaban viendo al examinador
subirse en mi coche para puntuar en lo que era la circulación. Un pequeño recorrido . Le
era suficiente Y comprobaba ,como
nos manejábamos al frente del coche.¡En
la circulación, era muy estricto!. Entonces no dejaban pasar ni una simpleza..
Y en este cometido es lo que menos enseñaban en la autoescuela.Porque en
vez de meternos en una carretera concurrida para poder ver y aprender de
atascos y demás.
Las prácticas las hacíamos, donde
no pasaba ningún coche. En una calle,
sin concurrencia ni tráfico .¡Una manera muy distinta a la actual!.
Los coches de la autoescuela eran
ciento veintisiete o ciento treintaitres.Las practicas de circulación se
pagaban a dieciocho pesetas. Por subir al examen mas de tres veces imponían
unas taxas.
Esto incrementaba el precio de
conste del carnet..
Gracias a los ahorros de mi trabajo y de mi
constancia.
Hoy se cumplen treintaiocho años
que tengo carnet de conducir..
Me lo propuse sacar, como un porsi acaso lo necesitaba..Y
hoy día me alegro por haber tenido aquella iniciativa que me sirvió y necesito
actualmente.
Gracias por pasar por aquí
Pues felicidades Juolina: porque tener la suerte de conducir y... tener coche, claro está: es un privilegio que muchos/as no tenemos.
ResponderEliminarMi marido siempre me decía, venga sácate el carnet que algún día no necesitarás. Yo que por aquel entonces estaba criando a mis cinco hijos, que casi cogían dentro de una cesta, pues se llevan poco tiempo unos a otros. Le dije que más adelante lo haría. Pero como lo tenía a él, y ya había muchos coches en la carretera, le dije que no lo sacaba que con el de él ya estaba servida. Insistió mucho en que lo sacara pero yo le tenía pánico a meterme en carretera y le dije que no lo sacaba. Y él tenía razón, hoy me haría bien tener un coche.
Ha sido un placer.
Gracias. Un besazo.
Y se muy feliz.