¡Asi he memorizado este poema.!

En mi pueblo castellano.De niña.se vivía la semana Santa con mucho fervor y recogimiento.
¡ Es de aquel tiempo!

 La procesión se movía con honda calma doliente,

¡Que triste el sol se ponía como lloraba la gente!

¡Como Jesús se afligía ¡Que voces tan plañideras!.

El  miserere cantaban¡Que luces que no alumbraban!

Tras de las verdes vidrieras y los faroles brillaban

Y aquel sayón inhumano que al dulce Jesús seguía,

con el látigo en la mano.¡Que feroz cara tenía.

¡Que corazón tan villano!  ¡La escena a un tigre ablandara!

Iba a caer el cordero y aquel monstruo fiero,

Iba a cruzarle la cara con un látigo de acero.

Mas un travieso aldeano,una precoz criatura

De corazón noble y sano de alma tan grande y pura,

como el cielo castellano,rapazuelo generoso,

que al mirarla silencioso,sintió la trágica escena,

que le dejó el alma llena de hondo rencor doloroso.

Se sublimó de repente,se separó de la gente.

Cogió un guijarro redondo mi role al sayón de frente.

con ojos de odio muy hondo parose ante la escultura.

Apretó la dentadura,asegurose los pies ,

midió con tino la altura,tendió el brazo de través,

zumbó el proyectíl terrible,sonó un golpe indefinible,

y del infame sayón cayó botando la horrible cabezota de cartón.

Los fieles alborotados por el terrible suceso,cercaron al niño airados.

Preguntándole admirados.¿Porque?¿Porque has hecho eso?

Y el contestaba agresivo, con voz de aquellos que llegan,

De un alma justa a lo vivo.

 "¿Porque si. Por que le pegan sin hacer ningún motivo?"

De José María Graviel y Galán.

JUOLINA.